La asignatura propone llevar a cabo un recorrido crítico y alternativo de la historia mundial del siglo XX y principios del XXI. Una visión alejada del clásico análisis de "buenos" y "malos" que los medios de comunicación y la intelectualidad oficial occidental ha aportado a lo largo de los últimos cien años. Así, no sólo se expondrá y se analizarán temas tan característicos como el nacimiento de la sociedad de masas, la articulación económica, política y social de la misma, las transformaciones de los estados, las dinámicas centro - periferia en la sus diversas esferas o los grandes conflictos del siglo, sino destacar cómo todos estos procesos fueron fruto de tensiones internas en las diferentes sociedades del mundo, y donde la presencia de la violencia ha sido un patrimonio común de todas ellas y, desgraciadamente, un factor determinante en su "progreso". En esta línea de análisis alternativo, se destacará como la dicotomía entre derechas e izquierdas no ha sido ni es el único factor de distinción política entre las fuerzas históricas en juego, sino que también han sido y son determinantes los elementos culturales y políticos religiosos , a menudo presentados como factores complementarios o secundarios, pero que son de una relevancia fundamental en países tan significativos como los EE.UU. o el mundo arabo-islámico; sin olvidar como en Europa siguen siendo esenciales las herencias cristianas ortodoxas, católicas y protestantes para entender un conflicto secular como fue el irlandés o el difícil diálogo interno entre los estados que conforman la Unión Europea y de éstos con los estados de la Europa del este.

 

En rigor, la asignatura pretende aportar al alumnado una mirada crítica del mundo en que vivimos y que le permita pensar históricamente las problemáticas sociales, culturales y políticas del presente a partir de un pasado no tan lejano. El objetivo final de la materia no es otro, en este sentido, que el alumnado adquiera una sólida perspectiva histórica de los fenómenos que deberá abordar a lo largo de la carrera y de su futura actividad profesional periodística, no sólo como un mero transmisor pasivo de la realidad que le rodea, sino también como un riguroso analista de la misma.